La deriva continental: “Se llama así al fenómeno por el cual
las placas que sustentan los continentes se desplazan a lo largo de millones de
años de la historia geológica de la Tierra.”
El astrónomo y meteorólogo alemán Alfred Wegener (1880-1930)
fue quien propuso que los continentes en el pasado geológico estuvieron unidos
en un supercontinente de nombre “Pangea” que en griego significa “toda la
tierra”, que existió hace más de 300 millones de
años, en las eras Paleozoica y Mesozoica, que posteriormente se habría disgregado
por la Deriva Continental. Fue el creador del libro "Entstehung der
Kontinente und Ozeane" (La Formación de los Continentes y Océanos; 1915), que tuvo
poco reconocimiento, ya que ésta teoría fue rechazada por los científicos de la
época, porque no explicaba el por qué de los movimientos ni cómo se producían.
Un tiempo después lo que volvió aceptable ésta idea fue un
fenómeno llamado paleomagnetismo. Muchas rocas adquieren en el momento de
formarse una carga magnética cuya orientación coincide con la que tenía el
campo magnético terrestre en el momento de su formación.
A finales de la década de 1950 se logró medir éste
magnetismo antiguo y muy débil (llamado "paleomagnetismo") con
instrumentos muy sensibles. El análisis de estas mediciones permitió determinar
dónde se encontraban los continentes cuando se formaron las rocas. Se demostró
así que todos habían estado unidos en algún momento del pasado.
Hasta ahora los científicos de la actualidad creen que el Pangea
comenzó a separarse entre los períodos del Triásico y Jurásico. Por consecuencia
de los cambios y movimientos de las placas tectónicas. Inicialmente el Pangea
se dividió en dos continentes, el continente al sur se denomino Gondwana y el
del norte fue llamado Laurasia, los cuales se encontraban separados por un mar
circumecuatorial (mar de Tetis).
Por ello, se desconcertaba el hecho de que algunas especies botánicas
y animales se encontraban en varios continentes. Es impensable que estas
especies puedan ir de un continente a otro a través de los océanos, pero sí
podían haberse dispersado fácilmente en el momento en que todas las tierras
estaban unidas. Además, en el oeste de África y el este de Sudamérica se
encuentran formaciones rocosas del mismo tipo y edad.
Así sucesivamente se fueron produciendo nuevos cambios y
movimientos de las placas tectónicas por el continuo movimiento del manto
superior, la litosfera: es
arrastrada y obligada a moverse, y en su movimiento cambia de rostro. La deriva continental: hace que los
continentes, como grandes y viejos pasajeros sobre las placas, se desplacen
para colisionar unas veces y separarse otras. Y La expansión oceánica: donde no sólo los continentes se mueven;
también cambia el aspecto de los océanos, pues el crecimiento del fondo
oceánico a ambos lados de la dorsal (debido a variaciones en la topografía y
densidad de la corteza, que resultan diferencias en las fuerzas gravitacionales, arrastre, succión vertical,
y zonas de subducción), que hace que los océanos sean cada vez más
grandes. Para dar así origen a los continentes actuales.
Cabe destacar que; el proceso geológico de desplazamiento de los
continentes o deriva continental, continúa en marcha.
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